miércoles, 8 de junio de 2011

No todo es tan malo.

Buenas noches a todas. Vuelvo a ser yo. Como muchas, cansado de tanto trabajo, de tanto estudio y de un tiempo gris que no acompaña. Agotado de un curso largo, que parece no llegar nunca a su fin.

Sin mucho tiempo y algo estresado, escribo para mandar un mensaje de ánimo y optimismo a todas aquellas personas que llevan días metidas en una rueda de densos libros, malos apuntes -los míos, por lo menos- y poco tiempo libre.

Sabed que sois, la mayoría de vosotros, gente afortunada. Tenéis techo, comida, bebida, salud -algunas más que otras- y una cama calentita y confortable que no duda en acogeros sin rechistar noche tras noche. Además, muchas de vosotras disponéis de algo que a veces perdemos de vista y que le da mucho sentido a nuestra existencia. Amigas. Y, en mi caso, grandes amigas. Y muchas. Más de las que jamás hubiese pensado. Y por eso, a pesar del estrés y del agobio, debo sentirme afortunado. Como muchas de vosotras. Vamos a hacer un último esfuerzo y en breve, disfrutaremos de nuestra preciada libertad -donde el término libertad se refiere a la liberación del estrés y la felicidad. Ya sabéis que en este sistema, 'libre', no hay nadie-.

Aprovecho para agradecer a todas mis compañeras de universidad y al señor Mauer, la gran noche que me hicieron pasar el sábado, con motivo de mi decimonoveno cumpleaños. Creedme que fue algo muy importante para mi, de verdad.

Algunos -sino todos- se habrán percatado de mi extraña manera de utilizar el femenino en este texto. El otro día, me di cuenta de lo 'masculinizada' que está la lengua castellana y catalana. Para referirnos a un grupo de hombres hablamos, como es lógico, en masculino. Para referirnos a un grupo de mujeres lo hacemos sin dudarlo en femenino. Pero, ¿qué hacemos para referirnos a un conjunto neutro (perdonad mi vena matemática, 'conjunto neutro' suena fantásticamente bien), es decir, un grupo de mujeres y hombres? Hablar en masculino. Y esta es mi pequeña -y muy pequeña- protesta, haciendo mi neutro en femenino y mostrando que aún nos falta mucho para llegar a ser la sociedad avanzada que pretendemos (a algunos, claro, les parecerá una tontería).

Sin más, me vuelvo a lo mío, que ahora mismo son los estudios. Nos vemos en dos semanas, queridas y simpáticas amigas, :) cuando todo esto haya acabado y un caluroso y brillante sol marque el inicio de unas vacaciones merecidas y esperadas.

4 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Me parece bien tu idea de referirte en femenino a los conjuntos neutros. La verdad que mientras leía, me preguntaba cuál era el motivo.
    Somos afortunados y, aunque lo sepamos, la razón no supera lo irracional. y no nos sentimos así. De todos modos, los exámenes acaban y, bien o mal hechos, quedan hechos y con una gran puerta abierta, el verano.
    Ánimo Seibert y..., es cierto, no todo es tan malo =)

    ResponderEliminar
  3. Pues eso, muchos ánimos en esta recta final y a soñar con este verano que aguarda a la esquina!

    ResponderEliminar
  4. M'agrada això què has fet d'emprar tant el femení... molt pepino! Al principi m'he quedat tot sobtat... boig com diríem al barri, però m'agrada m'agrada! ;)

    ResponderEliminar